Borja, protagonista del programa en la primera temporada, ya no rompe los muebles ni estalla en violentos arranques de cólera cada vez que su madre le pide algo pero el tiempo pasa y no encuentra trabajo. La falta de estudios y los años pasados sin trabajar le pasan factura en un momento económico especialmente complicado. El caso de Adrián es bien distinto. Hace menos tiempo que Hermano Mayor entró en su vida, fue en esta segunda temporada y el resultado está a la vista. Adrián trabaja de albañil, se administra su dinero, es reconocido en su trabajo... En definitiva, está satisfecho con su nueva vida... ¿Con todo?... No.